La noticia de que el Senado deberá reunirse para validar la aplicación del artículo 155 ha pillado a los senadores en su lugar habitual de trabajo: el sillón de sus casas.
Los políticos de la cámara alta, de cuya votación depende la suspensión de la autonomía de Cataluña propuesta por el Gobierno de Rajoy, se han visto sorprendidos por el advenimiento de lo que definen como “un alud de trabajo inhumano”.
"Nos prometieron inmunidad diplomática. Creímos que eso significaba que podríamos seguir cobrando sin meternos en política", aseguran.
La mayoría de los senadores ha sufrido una crisis nerviosa y han ido al médico para cogerse la baja por ansiedad. Los representantes de la cámara territorial consideran que la tarea que se les ha encomendado representa “una violación de nuestros derechos”, por lo que muchos han solicitado asilo político a democracias con una actividad parlamentaria más relajada, como El Congo, Siria o Narnia.
A estas horas, el edificio del Senado se encuentra sumido en una actividad frenética fuera de lo habitual. Hay un senador. Se trata de uno de los representantes de Murcia. "Cuando noto que todo va demasiado deprisa, me gusta venir aquí a tomar aire y reflexionar. Se puede pensar a gusto porque es silencioso y solitario", afirma, justo después de confesar que no tiene ni idea de que hoy había una votación clave para el futuro del país..