La pareja sueca Malena y Svante Thunberg han vivido una pesadilla. La que consideraban su dulce y tierna hija adolescente, Greta, ha resultado ser una intensita del medio ambiente de más de 35 años.
“Nos metía trozos de tofu en la boloñesa para convertirnos en veganos” declaró un afectado Svante.
“Empezamos a sospechar el día que le regalamos muñecas Barbie y ella se puso muy contenta porque las podía reciclar”.
Un auténtico calvario para esta pareja que solo quería comer albóndigas del Ikea como tantas otras familias suecas.
El acabose de esta unidad familiar llegó cuando Greta les pidió viajar a Disneyland en barco porque era menos contaminante.
A medio camino se apoderó del timón del Malizia II amenazándoles con una zanahoria muy puntiaguda.
Su verdadera intención era intervenir en la cumbre del clima de la ONU, por lo que sus padres, hasta los cojones de ella, decidieron abandonarla.