Después que el Consejo de Ministros aprobara el estado de alarma en la Comunidad de Madrid, miles de madrileños han visto truncados sus planes de paellita y playa durante el puente de la Hispanidad. Sin embargo, la presidenta Isabel Díaz Ayuso ha decidido ponerle remedio, y como si fueran republicanos huyendo a Francia en el 39, ella los ayuda a cruzar los límites de la comunidad para que puedan fugarse hacia su destino vacacional.
Ayuso destaca que, como presidenta, es su deber ayudar a los más necesitados. Además, asegura que siendo del PP, el tema de las 'evasiones' lo lleva en la genética, sean fiscales o humanas.
Aprovechando la noche, Ayuso los cita en la orilla del río Manzanares y los sube a una balsa que los lleva hasta las afueras de Madrid. Nos comenta: “Es muy peligroso. Hay muchas patrullas. Ayer casi me pillan cruzando una familia de Núñez de Balboa. Tuvimos que tirar carga para aligerar la embarcación. Lanzamos al agua a las dos criadas dominicanas que llevaban con ellos.”
Una vez fuera de la capital, la travesía continúa por tierra hasta llegar a la frontera con Castilla - La Mancha. Ayuso confiesa sentirse como si estuviera en el final de Sonrisas y Lágrimas: “Aunque yo no soy una monja, soy una simple y humilde mártir.”
Según sus cuentas, Ayuso espera ayudar a un total de 30 familias a lo largo del puente. En caso de que la descubran, la presidenta de la Comunidad de Madrid ya tiene un plan B: "Voy hacerme maqui y me iré a vivir a El Retiro."