El anuncio de la estrategia del Ministerio de Sanidad para reducir las enfermedades cardiovasculares, recomendando la reducción de la ingesta de alcohol, se ha convertido en una alarma ciudadana que ha vaciado superficies comerciales.
Durante el día se han podido ver vehículos cargados con todo tipo de bebidas alcohólicas. Algunos supermercados se han quedado sin carritos por la alta demanda de los clientes para transportar botellas y latas.
“Muchos de los clientes, al ver que no podían cargar tanto peso han decidido llevárselo puesto, y tan puestos que se han ido”, declara otro empleado.
La Ministra de Sanidad, en vista del revuelo, ha declarado que “la intención del Gobierno no es prohibir el alcohol, sino fomentar hábitos más saludables. Que la ciudadanía no se preocupe que podrán seguir tomando sus vinitos al mediodía y sus carajillos a primera hora de la mañana, que la vida está muy complicada y que también es saludable ahogar las penas”.