La victoria 0 a 4 frente al Madrid ha llenado de alegría a los culés que afirman nunca haber dudado del equipo. Sin embargo, también los vertederos municipales se han llenado, ya que desde primera hora se ha alertado de la presencia de cientos de hinchas del Barça intentando encontrar el merchandising azulgrana que habían tirado a la basura.
“Sabía que este era un equipo ganador” nos cuenta Magí mientras pega con celo las trizas del póster del Barça que acaba de recuperar y que antaño decoraba su habitación.
Entre escombros y basuras, hallamos a Manel que mientras intenta ahuyentar a una familia de zarigüeyas que habían anidado en su camiseta firmada por el Dream Team de Guardiola nos asegura que ser del Barça es una religión que nunca traicionaría.
También es el caso de Joel, que estaría encantado de contarnos como siempre ha apoyado al equipo y como nunca traicionaría sus colores si, lamentablemente, no tuviera que realizar una llamada urgente a las oficinas de “cierto equipo blanco” para cancelar su reciente afiliación.