Unos recientes hallazgos arqueológicos han revelado que el Covid había llegado a la humanidad mucho antes del siglo XXI.
Unas pinturas de la Edad de Piedra descubiertas cerca de los yacimientos de Atapuerca muestran a un homínido armado con una lanza junto un ejemplar de coronavirus.
Por entonces el coronavirus debía ser del tamaño de un perro grande y se desplazaba flotando por el aire
Los científicos especulan con la posibilidad que en aquella época el hombre el Covid fuera presa del hombre, que perseguía a los ejemplares de mayor tamaño para alimentarse con su carne.
“No podemos afirmar con seguridad qué sabor tiene el coronavirus, pero probablemente sepa a pollo” asegura uno de los científicos.
Según estas teorías, el coronavirus habría evolucionado hacia tamaños microscópicos para escapar del hombre para, finalmente, cambiar su rol de presa y atacar a sus antiguos depredadores, los humanos.