Cansada de la soledad y del túnel de aire que comprenden los hemisferios cerebrales de Pablo Casado, la exigua vida inteligente del líder del Partido Popular reclama mejorar sus condiciones a través de la nueva formación Cabeza Vaciada.
Conscientes de que conforman una estructura neuronal mínima, lo justo para que Casado no se haga sus necesidades encima, las dos neuronas se han propuesto que el tejido nervioso no siga inmolándose en cada campaña electoral en la que el popular reclame la atención del pueblo rural.
“Nosotras sí que estamos en peligro y no la puta remolacha. Cada vez que Casado abre la boca rezamos para que no sea nuestro final”, declaran las fundadoras de CabezaVaciada.