Ayer fue 23-F, un nuevo aniversario de la sacrosanta Transición, aunque esta vez tuvo que celebrarse sin su héroe y salvador: Juan Carlos I, que, según parece, tenía algunas cosillas pendientes y salió a por tabaco a Abu Dabi.
Aun así, para que no sienta morriña, sus amigos los emires han pensado en todo, y cual función de final de curso, han montado un simulacro del 23-F para gozo y placer de nuestro monarca emérito.
“Hemos mimado todo al detalle”, comenta el director de la representación, “tenemos tricornios, bigotes, tanques… lo único es que el papel de Bárbara Rey lo tendrá que interpretar un chaval con dos naranjas metidas en el escote, aquí no somos mucho de permitir que mujer salga de casa y haga cosas.”
Los críticos teatrales del emirato han acogido con entusiasmo la obra (más les vale). Tanto que el prestigioso magazine ‘Abu Dabi Scene’ ha reseñado: “Un guiño perfecto a la acción heroica de Juan Carlos. Los actores creen más en la pantomima que los propios militares españoles que organizaron el 23-F.”