Cayetano Mompotra Puigblanch, directivo de Bankia e imputado en las tramas Gürtel, Nóos y Púnica (lástima de la trama Pujol, porque iba para póker), reconoce que omitió ese capitalillo de su última declaración de renta porque creía haberlo extraviado, hasta que lo encontró el otro día, plegando la colada. “Noté que los vaqueros pesaban mucho, y claro, fíjate: los había lavado con la calderilla dentro”, dice, refiriéndose al montón de lingotes de oro, diamantes sierraleoneses y billetes de dos mil euros, que emite el Banco Europeo pero sólo se aceptan en Mónaco, Liechtenstein y para pagar palomitas en los cines.