La situación en Tokio se ha hecho insostenible. Después de referirse a la campeona olímpica australiana Ariarne Titmus como "la admiradora de Nadal" y a la tenista Paula Badosa como la "ex de David Broncano", el articulista de La Razón ha sido deportado por su creciente pestazo a rancio y a esmegma.
Los japoneses aseguran que el hedor a pito sin lavar y a rancio estaba causando unos niveles de toxicidad más elevados que cuando la central de Fukushima.
El COVID ha sido uno de los grandes aliados. Gracias al uso de mascarillas, los científicos señalan que se han evitado un montón de muertes por su pestilencia machista.
El ministerio de Salud de Japón ya ha llamado a Godzilla para que incinere a llamarazos todos los recintos donde se ha movido La Razón.