El cocinero catalán ha vuelto a revolucionar el panorama gastronómico con su última propuesta: un restaurante 100% seguro contra el coronavirus en el que los clientes no deben quitarse la mascarilla para comer.
"La clave está en diferenciar entre comer y alimentarse. Son dos experiencias completamente distintas. Por eso en mi restaurante el comensal tendrá el privilegiado honor de experimentar cómo se come sin alimentarse" asegura Adrià.
Esta rompedora propuesta consta de un camarero que describe verbalmente las sensaciones de unos platos imaginarios al cliente del restaurante para que este recree la experiencia en su mente sin que sea necesario ponerse nada en la boca. La experiencia cuesta 500 euros por persona, bebidas imaginarias a parte.