La desfachatez y la seguridad de tener la sartén por el mango siguen vigentes en la familia Franco. Un clan que hace pocos días se vino arriba tras la admisión a trámite, por parte de la Audiencia de Madrid, de su demanda contra unos periodistas que investigaron el orígen oscuro de la fortuna familiar.
Pero tras los directivos de Mediaset demandados, los Franco se han envalentonado y han decidido denunciar a miles de prepúberes que, inocentemente, siguen cantando la canción de “Franco tenía el culo blanco” en el patio del colegio, ajenos a quién era tal personaje de níveo nalgamen por mucha ley de memória histórica que tengamos.
“Que se hable sobre el tono de piel del trasero de nuestro abuelo es toda una injuria”, asegura un nieto del dictador. “Es más, pasó tanto tiempo con la Guardia Mora en el Sahara que algo de color seguro que pilló en esa zona. Por algo lo llamaban Paca La Culona, ¡digo yo!”.
La mayoría de niños han recibido extrañados la citación judicial, mientras que unos pocos lo celebraron creyendo que se trataba de un sobre con SuperThings. Una estupefacción nada comparable a la preocupación de sus tutores y responsables legales: “No es que no confíe en que el Poder Judicial sea ajeno a ciertas simpatías franquistas, faltaría más. Pero viendo que gente fue a juicio por tuitear sobre Carrero Blanco… pues oye, muy tranquilo no voy, la verdad”