Por otro lado, la fundación dedicada al dictador, ha descubierto que Manuel Fraga Iribarne, ministro de Turismo durante la dictadura, no necesitó volver a lavarse el culo tras su baño en Palomares. Esto, aseguran, permitió que el presidente de honor del Partido Popular pudiese dedicar todo su tiempo a otras actividades relacionadas con su actividad, como firmar penas de muerte.