Andrés Juanola, que llegó al Aeropuerto de Barajas procedente de Medellín con 500 gramos de cocaína pura esparcidos por su cabeza, hombros, pecho y espalda, no llamó la atención de los agentes encargados del control de pasajeros.
“Pantalones blancos, mocasines negros, camisa rosa abierta, pulserita de España... Cada día pasan por aquí miles de hombres como este, la mayoría empresarios del sector de la construcción, totalmente cubiertos de caspa. Si tuviéramos que pararlos a todos y analizar si lo que llevan es caspa o cocaína, colapsaríamos el Aeropuerto”, se ha defendido el Policía.
Según han podido saber fuentes de El Jueves, Andrés Juanola se decidió por ese método por casualidad: “Un día, observando a los hombres que frecuentan el Aeropuerto de Madrid, me di cuenta del enorme parecido entre la caspa y la cocaína. Vi que pasaban los controles sin problemas, así que me atreví a probarlo.”