Tras varios días de intensos ataques en territorio palestino, Israel ha decidio declarar un alto el fuego ¿por motivos humanitarios? No, por aburrimiento puro. Según fuentes consultadas, el gobierno de Netanyahu simplemente está dando tiempo a sus convecinos para construir algo que valga la pena destrozar.
"No queremos que el mundo crea que nos hemos ablandado”, confiesa el primer ministro, “en realidad el alto el fuego es como cuando esperas a que un niño pequeño termine la torre de piezas de madera para darle un golpe y que se desmorone. Así el placer será mayor y justifica la espera".
Pese a las críticas recibidas por los sectores ultraortodoxos, la mayoría de colonos y sionistas han comprendido la decisión de su gobierno: "Si alegamos que hemos bombardeado un edificio civil con la excusa de que dentro hay una célula de Hamás pero no hay edificio, quizá se nos vea un poco el plumero".