16 de enero, apenas mitad de mes, y ya comienzan a contarse las bajas en la ascensión más dura del mundo: la cuesta de enero. A estas innumerables renuncias se ha sumado esta noche la de uno de los más famosos ultrafondistas de nuestro país: Kilian Jornet. El deportista, desolado, asegura que no puede continuar ni un día más esquivando el hambre, haciendo malabares con ofertas en el super y estirando los músculos, y la nómina, hasta el día 31.
“He subido y bajado al Everest corriendo sin oxígeno, y eso me pareció un juego de niños comparado con llegar al final con un Sueldo Mínimo Interprofesional, pagar el alquiler y la cuenta a cero tras cuatro caprichos navideños. Y eso que no me atreví a competir en la modalidad más dura: la MEGA HARDCORE ULTRA TRAIL CUESTA DE ENERO WITH KIDS. Eso tiene que ser infernal”, confiesa el corredor.
Pese a ello, Kilian no se rinde, asegura que mantendrá su agenda de retos, y que lo volverá a intentar el año que viene. “Quizá haremos una pequeña preparación en la próxima cuesta de septiembre, siempre más agradecida, para volverlo a intentar en enero de la mano de una nueva coach: Doña Engracia. Este año la tía iba por el día 15 tan pancha, todavía aprovechando unas barritas energéticas que se había hecho con las sobras de navidad y ropa conseguida a base de llaves de judo el primer día de rebajas. ¡Menuda máquina!”