La designación más que dudosa de ciertos cargos sensibles en la cúpula del poder judicial español, que no ha sido capaz de renovarse en los últimos dos años debido al bloqueo del Partido Popular, ha hecho saltar todas las alarmas en Europa, que ha tildado de sospechosos e inconstitucionales tales tejemanejes. Según el CGPJ, Europa se equivoca, y su no renovación no solo no es ilegal sino que, según su presidente, Carlos Lesmes, es algo del todo habitual en estos casos:
“A ver, caducidad, caducidad… es todo muy relativo. El Poder Judicial es más bien como los yogures, que tienen una fecha de consumo preferente. Pues nosotros somos eso, pero en lugar de poderlo comer hasta 15 días después, te lo vas a tragar durante dos años, jajaja. ¡Ríanse o les empapelo, señores!”
Por su parte, el Partido Popular ha querido quitar hierro a las declaraciones del magistrado y ex colaborador de partido y defiende que la renovación sigue el orden natural y estipulado de las cosas, o sea “que mande la derecha y a callar. Que lo otro son contubernios y traiciones al Estado”, en palabras de un dirigente popular.