El secretario general de Vox llevaba días entrenando en su propio domicilio con tutoriales de Youtube. Su objetivo era mazarse lo suficiente como para salir a la calle a derrotar al coronavirus con sus propios puños y con la ayuda de sus "anticuerpos españoles". Un plan sin fisuras.
Sin embargo, el exmilitar ahora no puede ni salir de su habitación y mantiene una estricta dieta de kiwis y laxantes para reducir su volumen lo antes posible.
Su hermano y vecino, "el Chuches", se encarga a diario de suministrarle botellas de Marqués de Cáceres para que Ortega Smith no falle a su cita horaria con el brindis por los tercios de Flandes. "Por España, siempre por España".