El decreciente número de curas en todo el mundo ha obligado al Papa a declarar que todos aquellos que se ordenen sacerdotes tendrán un harén de 71 niños vírgenes cuando mueran.
"Los islamistas prometen 72 esclavos sexuales a los que mueran por la yihad. Nosotros uno menos porque, a diferencia de ellos, no somos unos radicales" ha aclarado el Francisco I.
El Papa afirma que este harén pedófilo celestial fue prometido por el mismo Jesús en la misma Biblia: "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5,3).
Según el Papa: "Es una de las famosas parábolas de Jesús. Con 'pobres de espíritu' quería decir 'curas' y con 'reino de los cielos' quería decir '71 niños vírgenes'"
La declaración ha creado una gran polémica en el seno de la misma Iglesia. Principalmente por parte de curas que exigen saber si a los que se ya están ordenados como sacerdotes les corresponden todos esos niños en el Paraíso o si la promesa solo vale para los nuevos.