El síndrome de la página en blanco puede llegar a costarle a uno el trabajo, como en el caso de Alfredo Puy, becario del becario que prepara los cafés para el becario que escribe en un medio digital, quien recibió el pasado martes su primer, y envenenado, encargo: escribir una lista con lo mejor del 2020.
“¿Lo mejor del 2020? Hay que ser cabrones. Fijo que se trata de una novatada de la redacción”, comenta un compañero.
El joven, ante la incapacidad de resolver con soltura el tema ha decidido abandonar su trabajo, ahorrando la friolera de 0 euros en sueldo a su empresa.
“Había pensando en algo más dramático como colgarme sobre mi mesa, pero tampoco tengo un sitio fijo en la redacción, siempre ando buscando mesas libres o escribiendo sobre la fotocopiadora. Así que, mira, mejor me ahorro el bochorno de que alguien diga ¿Y este quién es? Al encontrarme fiambre”, ha confesado el becario.