La reciente aparición de Mohamed bin Salman en el circuito de Fórmula 1 de Abu Dabi le ha situado en el punto de mira de la opinión pública. El príncipe heredero de Arabia Saudí tuvo un descuido y se dejó fotografiar junto a un hombre que mató a su hermano.
"Esta fotografía arruina por completo la imagen internacional del régimen saudí. Nosotros torturamos a periodistas pero jamás permitiríamos que nuestro rey cometiera fraticidio", afirman miembros de la Corte saudí.
Al parecer, la persona junto a la que se habría retratado Mohamed bin Salman no solo mató a su hermano en una accidentada partida a "piedra, papel, escopeta", sino que, además, es un poderoso monarca que accedió al poder de forma no democrática y que reina en un país cuya libertad de expresión ha sido puesta en entredicho por la Unión Europea, puesto que juzga y persigue a humoristas, raperos y tuiteros.