Por último, como cada año, Mariano se sumergirá en las aguas podridas del río, que los locales conocen como El Arrecife del Diablo. Junto al resto de los hombres-pez del arrecife, Rajoy buceará hasta la ciudad submarina de Y'ha-nthlei, donde se encontrará con Dagon, Dios de los Profundos, al que entregará su alma mientras pronuncia estas oscuras palabras: "Y sigo contemplando al Faraón Negro / que tiene un mensaje para mí / Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn / el Alcade".