Este pasado miércoles, el comisario Villarejo aseguraba que se le administraron hormonas femeninas e inhibidores de testosterona al rey Juan Carlos para que dejara de ser "tan ardiente". Sin embargo, lo que no había trascendido es que durante este tiempo, al emérito se le desarrollaron un buen par de tetazas debido a ello.
Sorprendentemente, según fuentes de Zarzuela, el rey estuvo encantado con sus enormes pechos llegando incluso a bautizarlos como “Las dos Infantas”.
A pesar de que la imagen del rey tetudo fue ocultada a los medios, su Majestad estaba muy orgulloso de sus pechos y llegó a presionar pa su equipo de vestuario para dar el mensaje de Navidad luciendo un escote vertical.
Tanto gusto le habría pillado a dicha situación que ésta habría sido un factor clave para su abdicación, ya que ansiaba dejar de tener actos protocolarios y disponer de más tiempo libre para manosearse las tetas.