Después que el periódico británico 'The Telegraph' revelara que Juan Carlos I pagó medio millón de dólares para la luna de miel de los entonces príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, hoy ha surgido un nuevo escándalo. También pagó la despedida de soltero. Pero no una, fueron dos. Una para su hijo y otra para él.
La intención del rey emérito fue celebrar antes una despedida como la que había organizado para su hijo a modo de conocer personalmente a las stripers. El periodista que ha destapado la información nos comenta: “Insistió mucho con que supieran francés. Debe ser que a Felipe le gustan las mujeres políglotas.”
El rey Juan Carlos no reparó en gastos e hizo construir un club de striptease con barras de oro y titanio, la misma aleación que su cadera.
Después de un exhaustivo escrutinio de 8 días, el rey Juan Carlos terminó sudado y exhausto del esfuerzo. Tan grato resultado debió hallar, que Felipe VI nunca llegó a celebrar la segunda despedida, ya que el emérito se la adjudicó, de nuevo, para él.