Noche movida en la sede del Popular. Justo cuando la junta del PP estaba a punto de aceptar una rendición sin condiciones a las exigencias de Ciudadanos, un lejano retumbar de tambores hizo palidecer a los asistentes. Segundos después, la viva imagen del troll enfurecido de Moria encarnado en Rita Barberá entró destrozando la puerta, capturó a varios altos cargos del PP y arrancó algunas cabezas de becarios sin importancia, mientras gritaba “¡AQUÍ NO ME QUITA LA POLTRONA NADIEEEEE!”
Asustada ante la llegada de los GEO, los bomberos y varios magistrados, Rita decidió agarrar a Rajoy por las solapas y darse a la fuga, trepando por la fachada de la sede del PP. Finalmente, tras varios intentos de derribo por parte de los cazas del ejército, la furiosa política fue capturada gracias a la intervención de un camión cisterna lleno de gintonic.
Técnicos del Zoo de Valencia se harán cargo de la custodia de la alcaldesa mientras Mariano aplaza el pacto con Ciudadanos, como mínimo hasta disponer del material necesario para controlar la ira de Rita: dos unidades completas de boinas verdes cedidos por la base de Rota, un par de Robots de Pacific Rim y la producción anual de la destilería Gordon’s.