La declaración del expresidente del Gobierno y jefe de España en sombra, José María Aznar, como testigo en el juicio de la supuesta caja B del PP que, de existir, es un tema de Luis el cabrón del que él no sabe nada, ha desatado la polémica en redes.
Don Jose María declaró telemáticamente en la soledad del despacho de su casa con mascarilla aduciendo a que lo hacía por "porque respeta las recomendaciones sanitarias pero no tanto las de la DGT cuando se trata de jumarse y ponerse al volante".
Una actitud cuanto menos sorprendente de este cincelado abdomen, duro como el neoliberalismo, que huyó despavorido hacia su sexta residencia marbellí en cuanto Pedro Sánchez prohibió a los españoles salir de sus casas. Actitud que fue incluso reprobada por el mismísmo The New York Times que lo tildó de "rico irresponsable".