Tras cientos de tuits llamándole cabezahueca por haber tildado a Putin de comunista, Toni Cantó ha decidido alquilar el espacio vacío que le correspondería a su cerebro como trastero.
En un principio, Cantó quiso ofrecerlo a la empresa Blue Space pero al final desistió ya que es una persona que no se casa con ningún color concreto tal y como ha quedado comprobado con su carrera política.
Cantó asegura que el hueco de la cabeza tiene vigilancia las 24H: “Puedes guardar dentro lo que quieras sin temor a que te lo robe un comunista o un okupa. Yo te lo vigilo constantemente que total no tengo nada que hacer en la Oficina del Español ”.
Sin embargo, no todo es perfecto, ya que a pesar de no tener humedades, el espacio puede verse afectado por ratas. “Es lo que tiene trabajar en el PP” ha comentado Cantó.
Si al final tiene éxito con este alquiler, Cantó podría poner otras partes de su cuerpo en alquiler. Una de las que ofrecería sería su rostro al gremio de la construcción para que usaran su caradura como bola de demolición.