Este año el milagro de Navidad ha tardado en llegar, pero finalmente la magia ha ocurrido, una semana después de las fiestas.
Copos grandes como puños de purísima cocaína colombiana han cubierto los despachos de los directivos de las principales compañías eléctricas, así como las salas en las que se reúnen sus consejos de administración, nutridos de ex presidentes y todo tipo de políticos.
La causa de este raro fenómeno metereológico, caracterizado por una intensa precipitación tropical de farlopa en recintos cubiertos y cerrados, es aún un misterio que muchos meteorólogos intentan descifrar.
Una de las hipotesis que podría explicarlo sería la astronómica subida de la factura de la luz justo cuando una ola de frío azota España entera, sumado a la inacción de un gobierno pretendidamente de izquierdas.