A pesar de estar lleno de heridas y con una conmoción cerebral, el turista ha logrado subir de nuevo a su cuarto pasando antes por el bar a pedirse una sangría.
Las autoridades contemplan que este no será el primer caso y ya han pedido a los hoteles que tomen medidas y compren el doble de lejía y friegasuelos.
Asimismo, el Gobierno ha mandado un mensaje internacional para que todos los turistas vengan con el balconing hecho de sus países para no saturar los hospitales.