La estrategia de Amazon es cuanto menos ingeniosa: se basa en aprovechar las condiciones específicas del mercado laboral español. Es decir, un país en el que muchos jóvenes tienen tres carreras, un máster y un doctorado pero están en el paro o trabajando en un curro de mierda a cambio de un sueldo miserable. Y además, son bajitos. "Son chavales superpreparados. Pueden responder a cualquier pregunta que les hagas porque están sobretitulados. Y si no, sacan el móvil y lo buscan en Google", asegura un portavoz de Amazon.