De esta forma resolvía el partido de ultraderecha el auge de agresiones contra el colectivo LGBTIQ+ después de haberse dedicado a azuzar a los homófobos con su discurso de odio.
El partido, ferviente admirador de las políticas de Hungría, ha asegurado que no es tan grave: “Es como un confinamiento. Como una cuarentena. Al fin y al cabo, están enfermos.”
Una de las cosas que se ha negado el partido de ultraderecha es en aumentar el número de policía para proteger el colectivo LGBTIQ+: “Debemos defender a los cuerpos de seguridad. No podemos poner en riesgo sus vidas haciéndoles patrullar por Chueca siendo el deseo libidinoso de todos esos invertidos.”
Hoy, 51 años después de la primera marcha del Orgullo LGBTIQ+, mucha gente se pregunta porqué aún hay tantas carencias y falta de legislación. Sin embargo, VOX también ha querido decir la suya y ha opinado que ya se les ha concedido bastante: “Se pueden casar y tienen la versión española de Drag Race ¿qué más quieren?”