La formación ultra hizo público ayer su intención de exigir un recuento de los votos escrutados durante las últimas elecciones del 28 de abril. El motivo: no están seguros de que los resultados sean limpios, ya que ellos a la que tiene que dejar de usar los dedos de las manos para contar ya se pierden.
El equipo de estadistas y estrategas de VOX acude a la junta electoral tras agotar todos los recursos que se les ocurrieron durante un brainstorming cargado de solysombras: preguntar a todos los españoles uno a uno amenazándolos con un bate, oler a los votantes a la salida de los colegios a ver si huelen a rojo o gritar muy fuerte la pregunta junto a la estatua de la virgen de Covadonga y esperar su respuesta. Todas ellas con decepcionantes resultados.
El mismísimo Abascal ha declarado que aclararse con tantas cifras, tablas de excel y documentos resulta un lío para cualquier patriota. Según palabras del líder de VOX:
“A mi me contaron que con los dedos de las manos y los dedos de los pies, los cojones y la polla todos suman… a ver… si la mano son 5 y ...mmmm… un momento… te juro que sabía la respuesta”.